La articulación del tobillo está compuesta por articulaciones entre los huesos de la tibia, el peroné y el astrágalo. La articulación del tobillo permite la flexión plantar y la dorsiflexión del pie y es responsable de transferir al pie la fuerza de los músculos de la pierna para la deambulación. Los ligamentos principales que sostienen el tobillo lateral externo son el ligamento peroneo astragalino anterior (LPAA), ligamento peroneo calcáneo (LPC) y ligamento peroneo astragalino posterior (LPAP). Los ligamentos que sostienen el tobillo medial se denominan colectivamente como el ligamento deltoideo. Este complejo de seis ligamentos consta de dos capas de tres ligamentos cada uno. La capa deltoidea profunda se considera la más importante.
